martes, 26 de febrero de 2013

El carbono-14

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(Actualización de las entradas publicadas en septiembre de 2010.)

Los elementos químicos se distinguen unos de otros por su número atómico, el número de protones o de electrones que contienen sus átomos. Como los átomos son neutros, el número de protones, que tienen carga eléctrica positiva, es igual al número de electrones, con carga eléctrica negativa. Así, el átomo de hidrógeno está formado por un protón y un electrón, mientras que el de carbono contiene seis protones y seis electrones. Casi todos los átomos contienen además otras partículas llamadas neutrones, que carecen de carga eléctrica y son necesarias para la estabilidad del núcleo atómico. Para un mismo elemento químico, pueden existir diferentes versiones de sus átomos, con diferente número de neutrones; son los llamados isótopos.

jueves, 21 de febrero de 2013

Zoo de fósiles: Prototaxites, el primer gigante terrestre

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Hace 400 millones de años, en el Devónico inferior, la tierras emergidas se agrupaban en dos grandes continentes: Euramérica, al norte, y Gondwana, al sur. Entre los animales, sólo los artrópodos se habían aventurado fuera del agua; ácaros, escorpiones, cienpiés, milpiés e insectos reinaban en ese mundo millones de años antes de la aparición de los primeros anfibios. La exigua vegetación terrestre, limitada en el periodo anterior, el Silúrico, a bosquecillos de musgos en las orillas de ríos y lagos, se extendió rápidamente durante el Devónico con la aparición de las primeras plantas vasculares. Fue el periodo del verdecimiento de la tierra firme.

viernes, 15 de febrero de 2013

Nuevo podcast: Vampyroteuthis infernalis, ni pulpo ni calamar

En 1903, el biólogo alemán Carl Chun, en un viaje de exploración de los fondos marinos a bordo del Valdavia, pescó a una profundidad de 1.400 metros en el golfo de Guinea un extraño cefalópodo gelatinoso, de color rojizo, pico blanco y grandes ojos rojos, con dos pequeñas aletas, y con los tentáculos unidos por una membrana de color púrpura negruzco en su interior, al que por su aspecto bautizó con el nombre de Vampyroteuthis infernalis, “el calamar-vampiro infernal”...
Sigue leyendo y escucha el podcast en El neutrino

viernes, 8 de febrero de 2013

Bacterias (buenas) en la leche materna

Madre (Elin Danielson-Gambogi, 1893)
(Publicado originalmente en Madrid Sindical)

El calostro es la primera leche que segregan las madres al final del embarazo y en los primeros días tras el parto. Es una leche amarillenta, pobre en azúcares y muy rica en proteínas y en anticuerpos, indispensables para la inmunización del recién nacido. Esos primeros días de vida es el único momento en el que se puede hacer esa inmunización natural, ya que durante el embarazo la placenta es impermeable a los anticuerpos, y más tarde, con la maduración del sistema digestivo del bebé, los anticuerpos son destruidos durante la digestión. El calostro, como la leche materna posterior, contiene también microorganismos. Una flora microbiana que no ha sido bien estudiada hasta la fecha, y cuyo origen, función y utilidad es poco conocida.

viernes, 1 de febrero de 2013

Viaje al centro de la Tierra (o casi)

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Criptograma que aparece en Viaje al centro de la Tierra, de Julio Verne

"In Sneffels Yoculis craterem kem delibat umbra Scartaris Julii intra calendas descende, audas* viator, et terrestre centrum attinges. Kod feci. Arne Saknussem."

La mina de Mponeng, en el nordeste de Sudáfrica, cerca de Johannesburgo, es una de las más profundas del mundo. Se tarda más de una hora en llegar desde la superficie hasta el fondo de la mina, a más de tres kilómetros de profundidad. Allí abajo, la temperatura de la roca alcanza los 60º Celsius; a esa temperatura es imposible para un ser humano sobrevivir mucho tiempo, no digamos trabajar; para poder explotar la mina, el aire de las galerías se refrigera con hielo líquido, una suspensión de microcristales de hielo en una mezcla de agua con anticongelante. Aun así, la temperatura en el interior de la mina ronda los 30º Celsius.

Mponeng, el nombre de la mina, significa en la lengua local "Mírame", y lo tiene bien merecido, porque hay algo en esa mina que es digno de ver; la mina alberga un tesoro. No porque sea una mina de oro, y una de las más productivas del mundo por añadidura, con una riqueza de ocho gramos de oro por tonelada de mena; no. El tesoro que alberga es mucho más valioso, es único en el mundo.